Liberad a las tetas

Llega agosto y con él se produce una avalancha de personas peleando por coger el mejor sitio en la playa: niños corriendo, tirando arena a todo aquel que descansa, bien porque se queman los pies, bien porque el ansia de bañarse les supera.  De padres y madres cargados de nevera, comida, mesas, sillas, toallas y sombrillas. El olor a protector solar, el sonido de la pelota cuando golpea la pala, las conversaciones ajenas de los que pasean por la orilla y de partidos de fútbol en los que las porterías son las chanclas. Parece que esta imagen se repite año tras año en nuestras playas, además del asombro, espanto y estupefacción que produce ver unas tetas en público, y no cualquiera teta.

Así es, por mucho que las domingas se parezcan mucho, no cualquier dominga produce estupefacción, ya que la sociedad se ha encargado de distinguir entre los senos de mujer y los senos de hombre. Con esta diferenciación, aunque las tetas sean grandes, pequeñas, redondas, puntiagudas o separadas o tengan el pezón grande, pequeño, oscuro o claro, las de los hombres van a seguir siendo aceptadas socialmente mientras que las de las mujeres van a ser censuradas. Tetas que dependiendo del cuerpo que las posea, incomodarán o pasarán desapercibidas.

Aunque, a decir verdad, la sociedad no se perturba con todas las tetas de mujer. Hay un tipo de pecho que no disgusta: el que está de buen ver. Se aceptan las domingas que sean redondas, que no estén caídas, que no tengan estrías, con el pezón pequeño, que sean de una talla preferiblemente mediana o grande. Y si las domingas pertenecen a una mujer cisgénero que entra dentro de los cánones de belleza de una sociedad heteronormativa, premio, no van a causar ningún levantamiento. Bueno, puede que alguno sí.

Y es por eso por lo que gustan unas tetas de mujer, porque son para satisfacer el placer masculino. Estamos acostumbrados a ver pechos en las películas, obras de teatro, cómics, esculturas y pinturas ya sean en desnudos o en escenas sexuales. En cambio, cuando las vemos en las noticias como símbolo de reivindicación de los derechos de las mujeres, como símbolo de libertad, de romper con lo impuesto, la gente se escandaliza y ve esta forma de protesta como algo innecesario. Puede que esta reacción del público se deba a que los personajes actúan por sí mismos y no hay un hombre que dirija la escena. De igual manera, seguimos viendo como en las redes sociales se censuran fotos porque salen pezones con la excusa de que es un tipo de contenido no apto. Así es compañeras, si queréis publicar una foto en Instagram en la que salen tus pezones, te arriesgas a que te borren la foto o incluso la cuenta. En cambio, si eres hombre, puedes publicar todas las fotos que quieras con tus queridos pezones.

Además, hay una polémica que sigue en pie de guerra: dar de mamar a tu bebé en un lugar público. Un hecho tan primario y humano como es este acto, algunos lo ven como incómodo, embarazoso y desagradable. Asimismo, las madres deben soportar miradas, escuchar cuchicheos y comentarios de hombres y, sorprendentemente de mujeres, como “tápate”. Esas mujeres, madres o no, está acabando con la sororidad: en vez de ayudar a promulgar un uso libre de las domingas, como es en el caso de alimentar a tu bebé, estas prefieren ofenderse y taparles a sus hijos los ojos para que no vean tetas. Incluso en algunos centros comerciales han habilitado algunas salas para dar de mamar, teniendo que esconderse del mundo para que este no vea una acción tan natural de unión. Increíblemente, a la sociedad le molesta ver tetas en una acción tan instintiva como es la de dar pecho, pero en cambio disfruta viéndolas en el porno.

Y es así como las tetas, eso que toda la gente tiene, pueden crear polémica según para lo que se usen y según quién las lleve. De igual manera, aunque queramos la libertad de todos los tipos de pechos, seguimos viviendo en una sociedad en la que, depende de quién mire, se puede tomar el hecho de observar como algo denigrante y te pueden encarcelar, censurar u obligarte a esconderte por enseñarlas. Parece que lo de “libres domingos y domingas” no se acepta por mucho que estemos en la playa y sea domingo.

Artículo también disponible en el siguiente enlace: https://kaosenlared.net/liberad-a-las-tetas/

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